Ashwagandha, una de las hierbas más potentes de la curación ayurvédica, se ha utilizado desde la antigüedad para una amplia variedad de condiciones, y es más conocida por sus beneficios restauradores. En sánscrito Ashwagandha significa “el olor de un caballo”, lo que indica que la hierba imparte el vigor y la fuerza de un semental, y tradicionalmente se le ha recetado para ayudar a la gente a fortalecer su sistema inmunológico después de una enfermedad.